Legisladores en Puerto Rico pronto votarán dos proyectos de ley que crean nuevas excepciones religiosas. Primero, PS. 1253 permitirá que las organizaciones religiosas reciban fondos públicos mientras se involucran en proselitismo religioso y discriminan a las personas que no comparten sus creencias.
Es injusto dar dinero de los contribuyentes a grupos que se niegan a servir a todos los puertorriqueños.
Proporcionar fondos de los contribuyentes a grupos religiosos y al mismo tiempo crear privilegios especiales para permitirles discriminar a otros es incorrecto. Estas leyes tendrán consecuencias negativas impredecibles y de gran alcance para la salud, la educación y los servicios sociales de los puertorriqueños.
En segundo lugar, la legislatura también está considerando PS. 1254, que afirma prohibir las terapias de reparación para jóvenes por parte de profesionales con licencia, pero a su vez crea excepciones para iglesias y clérigos que permiten que estas prácticas nocivas continúen.
Las terapias de reparación son prácticas peligrosas y desacreditadas que se aprovechan de las familias y ponen en riesgo la salud y la seguridad de los niños.
Ningún joven puertorriqueño debe estar sujeto a esta conducta abusiva, y nadie debe estar exento de la ley sólo por sus creencias religiosas.